Mi experiencia y perspectiva del curso: Métodos de Investigación Educativa

EN ABSOLUTO CUMPLIÓ MIS EXPECTATIVAS 

Cuando matriculé este curso y vi el nombre supuse que me iban a dar una receta de cocina de cómo elaborar mi tesis, que el profesor nos iba a dar una lista de temas a elegir, que nos entregaría una especie de taxonomía de Bloom y que ibamos a pasar meses antes de formularnos unos cuantos objetivos. 

 Esta materia y este profesor reelaboraron el concepto de lo que yo creía era investigación. Cada pauta era un nuevo aprendizaje, cada elemento que creí conocido tomó un nuevo rumbo, conocí la importancia de proponerse un problema y a partir de ahí realizar preguntas de segundo orden que respondían a su vez a las necesidades de la generadora. 

Aprendí que no se puede realizar un trabajo de investigación sin una adecuada y oportuna fuente de datos fidedigna y primaria. Que el paradigma no solo está como un ente rígido y teórico al contrario, él dice que se puede o no hacer en la investigación, que se debe o no aplicar como métodos, como técnicas. 

Aprendí  que las estadísticas son todo. Son importantes, pero las causas de los fenómenos también lo son. Y que los enfoques cualitativos son tan importantes como los cuantitativos. Asimismo, es necesario respetarlos y tener claro las diferencias que lo separan. Por lo tanto, se debe tener sumo cuidado a la hora de hablar de enfoques mixtos: No se puede obligar a que el aceite se mezcle con el agua. 

Por último, y no menos importante es la recolección de datos, su triangulación y no solo eso sino manipular la información de forma ética, consciente y discreta. Un trabajo que sea confiable y que a su vez haya dejado satisfecho al investigador y a los participantes del estudio. 

Creí cumplir expectativas...Todo lo contrario, nunca un curso ha tirado abajo tantas de mis expectativas, las resemantizó, las mejoró, las puso en un dimensión epistemológica desconocida. En este curso nunca se trató de aprender, se trató de aprehender.